¡Qué difícil es empezar! En prácticamente todo aspecto de nuestra vida.
Es difícil el primer día de clase, el primer día de trabajo, el
primer post.
Sobre todo es difícil si te la das de persona con “muuuchas” ideas y nunca te animas a
arrancar porque, sinceramente, te da terrible pereza.
Pero el mundo rueda tan rápido que la gente perezosa como yo tiene
que meter primera porque sino se queda atrás.
Y bueno, acá estoy, escribiendo un montón de líneas sin sentido
hasta encontrar el tema con el que verdaderamente quiera empezar.
Porque les cuento una cosa. Resulta que, en nuestro afán de
cambiar el mundo o, por lo menos, meternos con el mayor número de personas bajo
el menor riesgo de muerte posible, con unos amigos teníamos la idea de “tirar
la posta” de las realidades que vivimos sin calcular el precio de sus consecuencias.
De ahí que, como el resto del grupo debe de estar trabajando
arduamente en este proyecto o en algún otro de semejante envergadura con un escocés
en la mesa y unas gafas de pasta para que parezca que saben, servidora larga la
primera posta y es que los escritores de este blog fuimos, somos y seremos
eternamente una manga de vagos, gandules, holgazanes o como quieran llamarnos.
Eso sí, muy inteligentes y además estamos todos buenísimos (Por eso no salimos
en la tele y escribimos un blog. Somos jodidos).
Bienvenidos a la tira diaria, bueno, semanal, bueno, mensual (En
verdad vamos a escribir cuando nos salga de las b*las) de “Te tiro la posta”,
donde todo se pondrá en tela de juicio. O no.
L.Z.
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